Caprichos de año nuevo

sábado, 22 de enero de 2011

 


Noche de año nuevo. Calurosa y ascua fiesta para miles de humanos bajo el mismo cielo albergando en sus corazones la esperanza que dejan atrás un mal año y que el siguiente será mejor, pero ingenuos, no saben que siempre es la misma historia y que siempre todo puede ser peor.

Creo que mis aires de caprichos me han hecho desear más allá de lo que alguien “como yo” puede llegar a desear, por ello ya nada me sorprende, ya nada me satisface, ya nada me provoca expectativas y aquí, amparada bajo la noche en un alto edificio de esta aburrida ciudad me camuflo para simplemente desaparecer en esta oscuridad.
Siete pisos más abajo, en la superficie de las calles circulan algunos vivos y frente a mí desatan una escena tragicómica de un atraco.

“Pobrecito”, compadezco irónicamente a la víctima. ¿Qué le quitarán? ¿Su billetera?, ¿Sus zapatos? Tal vez su chaqueta de cuero. ¡Mira! Que originalidad, le han puesto una pistola sobre la cabeza y le piden la billetera, ¿porqué no se defiende? , bueno simplemente se han marchado.

Camina lento, es obvio, le han quitado quizá mucho dinero. ¿Porqué ríe?, ¿porqué mira hacia acá?, ¿acaso me logra ver a tal distancia?

-que malvada eres, mirar así un atraco y ni siquiera tratas de hacer algo por ayudar a la víctima, ósea a mí- me dijo susurrando al oído

-¡¿pero cómo has podido llegar hasta aquí?!, tú no puedes… -dije pasmada sin si quiera poder darme vuelta.

-¿tanto te sorprende que un no vivo haga esto?, tu también eres capaz de hacerlo, ¿porqué te sorprende tanto?

-pues, pues… tu aroma…- dije tartamudeando y volteándome para verle, su aroma, su piel, sus ojos, su cálida voz eran tan humanas como la celebración que miles de humanos estaban a punto de hacer, incluso los latidos de su corazón eran tan genuinos que se me hacía imposible pensar que era uno de los nuestros.

-bueno, así es la naturaleza, algunas veces cambia y nos da sorpresas. ¿Puedo probar de ti?- preguntó descaradamente

-¿perdón?, ¿Qué quieres qué?- dije enfrentándome a tal fenómeno. Sin previo aviso se abalanzó sobre mí, su velocidad era impresionante, su tacto, su respiración me hacían sentir nuevamente humana y con un suave beso sobre mi cuello comenzó a penetrar sus colmillos y a succionar lentamente, sentía como si mil luces explotaran en el cielo y un millar de personas estuviese aplaudiendo tal acontecimiento.

Cuando pasaron alrededor de cinco segundos humanos, aún en sus brazos me miró delicadamente y me besó. Por dentro tenía mil pensamientos dándome vueltas “y qué mas da si luego se marcha y se va, siempre es igual, no te preocupes, algún día encontrarás alguien parecido a él” pero por otro lado “y si no es así, ¿y si no vuelvo a encontrar a nadie como él?” entonces me abalancé sobre su cuello y probé de su esencia, tan cálida como si fuese humana, sabrosa y a la vez poderosa, de seguro tendría un milenio, y sería de los más antiguos, pero allí me quedé postrada en la azotea de un edificio bajo una noche de año nuevo junto a Alexander, aferrada a él para que no se me escapase.

-eres muy caprichosa- dijo después de una hora -¿te gustaría que sea yo quien cumpla tus caprichos de ahora en adelante?- preguntó juguetonamente

-sí, me gustaría- le dije mientras besaba apasionadamente su tierna boca.

0 comentarios: