Besé sus dulces labios como nunca lo había hecho, le bese y pensé que me envolvía en un encantamiento extraño, de esos que siempre hablan con los que hechizan a la gente para que se les entregue, no sabía si estaba bien o mal lo que hacía, no medí consecuencias ni pormenores, sólo estaba segura de que era lo que quería.
Así me consumí y el me consumió con su mirada, sus manos no eran ya amenazas…
Solo caricias encendidas sobre mi piel.
jueves, 13 de noviembre de 2008
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2 comentarios:
cortito y bello!!
Genial. Un gusto pasarme por tuu blog nuevamente, Volveré más seguido ya no estoy ocupado. ue gusto estar de regreso. Abrazos.
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