
Solo te pido que me dejes cerrar los ojos por última vez al son de este piano, al son de esta noche fría. Sabes que si pudiera cambiar las cosas lo haría, si pudiera volver el tiempo para no ser yo misma la que te esté diciendo esto… pero el destino no es mi designio.
Te tengo entre mis brazos, tu sangre en mis labios y tus ojos sin espanto sobre mi rostro me dicen que sabían que morirían por una dolida vampira. Antes de ver tu muerte, me dijiste que deseabas bailar por última vez a mi lado, dijiste que querías remendar el daño que me habías hecho por no amarme cuando aún era humana, que deseabas… amarme aunque sea un segundo.
No pude ver tanta bondad, no pude dejar de amar esos ojos, no pude dejarte morir así…
Eso fue lo que ocurrió mi querido, y ahora mi sangre corre por tus venas.
lunes, 21 de julio de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentarios:
mariela...es precioso..precioso... *O* espero leer otro pronto
Publicar un comentario